En el Día Nacional del Trasplante, la red pública de salud destacó los notables avances logrados durante 2025 en materia de donación de órganos, un año marcado por cifras inéditas y por el compromiso de los equipos clínicos y de la comunidad. Aunque la ley chilena establece que todas las personas mayores de 18 años son donantes, las autoridades subrayaron la importancia de conversar este tema en familia y respetar la voluntad de quienes eligen regalar vida más allá de su partida.
Este 2025, la Región de Coquimbo registra 15 donaciones efectivas, la cifra más alta desde que existen registros y que sitúa a la zona como la segunda región del país con mayor tasa de donantes, alcanzando 18 donantes por millón de habitantes. Un hito que refleja el trabajo sostenido de los equipos de procuramiento y las coordinaciones clínicas.
La coordinadora nacional de Trasplante y Procuramiento del MINSAL, Carolina Oshiro, valoró el liderazgo regional: “La Región de Coquimbo ha logrado posicionarse a nivel nacional gracias al trabajo de la Coordinación Local de Procuramiento. La donación de órganos es parte de los cuidados de fin de vida, y cada persona que evoluciona a muerte encefálica tiene la oportunidad de convertirse en donante”.
Uno de los establecimientos que ha fortalecido este proceso es el Hospital de Coquimbo, centro de referencia y líder en procuramiento en la región. Durante una ceremonia conmemorativa, su equipo destacó el valor emocional, clínico y social de cada donación.
“La instancia fue muy enriquecedora porque pudimos compartir con fundaciones, autoridades y la comunidad. El acto de donar transforma vidas y genera nuevas miradas”, sostuvo Lida Miranda, enfermera jefa de la Unidad de Procuramiento.
El director del Servicio de Salud Coquimbo, Ernesto Jorquera, reforzó el llamado a conversar este tema en los hogares: “La donación puede significar que, cuando la vida no continúa para alguien, sí pueda continuar para otros. Es un cambio de historia para dos familias”.
Testimonios que inspiran
La historia de Verónica Martínez y su hija Renata Riffo, fallecida a los 18 años en 2024, refleja el profundo impacto de la donación. Su familia decidió donar sus órganos, permitiendo que seis personas recibieran una nueva oportunidad.
“Es importante hablar de esto en familia. Saber que mi hija ayudó a seis personas es un alivio al corazón”, expresó Verónica, quien hoy impulsa la Fundación Renata Riffo Martínez.
Desde el otro lado del proceso, Miguel Leiva, trasplantado bilateral de riñón en 2019, comparte su testimonio con la comunidad.
“Gracias a Dios no he tenido problemas desde el primer día. Espero que mi historia sirva para otros; entendí que hay que cuidarse y vivir de forma más tranquila y ordenada”, señaló.




























