
La Cámara de Diputados despachó este martes al Senado el proyecto que establece el voto obligatorio en Chile, aunque sin sanciones para quienes no concurran a las urnas.
La propuesta, impulsada por la diputada de Demócratas Joanna Pérez, contemplaba originalmente multas de entre 0,5 y 3 UTM ($34.000 a $206.000), pero la indicación fue rechazada por falta de respaldo. La votación finalizó con 75 votos a favor, 47 en contra y 14 abstenciones, quedando por debajo del quórum de 77 necesario para aprobar las sanciones.
Debate político y posturas encontradas
La ministra secretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos, adelantó que el Ejecutivo buscará reponer la multa durante la discusión en el Senado. Además, anunció que ingresará una reforma constitucional que eleva las exigencias para el voto de extranjeros en futuras elecciones.
Gran parte de los votos en contra provinieron del oficialismo (PC, FA, PPD y PS), lo que generó críticas de la oposición y de la propia impulsora del proyecto.
“No podemos perder tiempo cuando este proceso ya partió, es vergonzoso. Hemos trabajado en este tema desde 2019 y hoy no estuvieron los votos”, señaló Pérez.
Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, José Miguel Castro, acusó al Gobierno de no contener a sus parlamentarios:
“Es triste el espectáculo que ha dado el oficialismo. Pese a eso, logramos sacar el proyecto adelante y ahora será el Senado el que deberá definir si incluye la multa”.
Lo que viene
El proyecto seguirá su segundo trámite legislativo en el Senado, donde se espera que se reponga la discusión sobre sanciones a quienes no voten. La definición se dará a solo meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias 2025.